lunes, 11 de agosto de 2008

Perdón

Aprovecho de pedir perdón a todos ustedes lectores, ya que al leer una sola de mis palabras, estoy aportando en sus vidas. Sea positiva o negativamente.
No quería subir este post, porque la idea no es clara, mi pensamiento se muestra mas bien ambiguo y ni yo puedo dilucidar qué quiero decir en realidad.
Buenas noches...


¿Por qué nos es tan difícil perdonar? Así como nuestra memoria no nos permite olvidar, deberíamos recordar todos lo errores que cometemos y las veces que pedimos perdón. Que característica más cruel, para otros y para nosotros mismos, el guardar y acumular, cual bola de nieve en descenso, el rencor por cada error de nuestros pares. ¿Por qué es tan difícil otorgar el perdón cuando también queremos ser perdonados? ¿Por que nos es tan fácil reconocer errores ajenos mas no los nuestros? ¿Cuál es la ganancia que se obtiene de la inherencia de nuestro rencor? ¿Es realmente inherente al ser humano o es un efecto secundario de nuestra evolución? ¿Por qué me cuesta tanto perdonar?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde el punto de vista de la evolución y la selección natural me atrevería a pensar que el guardar rencor y no perdonar y no olvidar si trae alguna recompensa para el individuo. Si no olvidas a un depredador que ya te ha intentado atacar en más de una ocasión, tendrás una ventaja para sobrevivir. Si por el contrario tienes la misma memoria que se le atribuye a los peces, sería más fácil que te convirtieras en la presa. Eso lo pienso en estos momentos, no soy un experto en biología o antropología, así que no lo puedo sustentar.

Al margen de eso, he pensado que perdonar se nos hace tan difícil por muchas razones. Entre esas nombro dos. Porque implica un desprendimiento o apaciguamiento de nuestro orgullo y ego, el cual cultivamos durante toda nuestra vida. Lo segundo es que la cultura parece habernos inculcado que el perdón es un beneficio para el perdonado y no para el que perdona. Tal vez por la misma razón biológica que mencioné. Sin embargo, en realidad, el que perdona descansa tanto o más que el perdonado. Tener odio y rencor por alguien consume nuestros pensamientos (lo que yo llamaría 'tiempo de procesamiento en cpu') que podría ser aprovechado en cosas más benéficas y además significa un gran lastre emocional.

Para finalizar, creo que hay que hacer claridad en que no es lo mismo perdonar que olvidar. No guardarle rencor a alguien no es lo mismo que olvidar el evento que nos hirió. Sólo un tonto desperdiciaría la experiencia adquirida.

No es lo mismo estar prevenido de alguien que tratar de obtener venganza y hacer daño a esa persona a la más mínima oportunidad.

P.S. Que bueno que vuelvas a escribir.

Anónimo dijo...

cuesta perdonar porque te dañaron y hay que tragarse la mierda para decir esas palabras que casi te son obligadas a decir

por cierto no es "dolucidar" si no "dilucidar"

saludos terricola!

§iÐ dijo...

Volviendo a escribir, no sé si entre tú y yo nos hacemos competencia, escribe uno, escribe el otro. Bah, no lo creo así, pero es algo más bien coincidencial.

Perdonar deja satisfacción, pero el perdonar no es sencillo, es por un segundo olvidar el daño, más no lo aprendido, es olvidar que nos lastimaron, es olvidarnos de nosotros mismos un rato y aceptar que alguna vez nos gustaría recibir lo mismo cuando nos equivoquemos.

Perdonar, para algunos es difícil, si como dijeron anteriormente, es cosa de ego, hay algunos tan falto de él que perdonan y se disculpan con la misma facilidad.

Perdonar no tiene que ver con instinto, ni con peligros grabados en nuestra mente, es un factor, en todo caso, social.

Saludos, te extraño mucho...