miércoles, 12 de marzo de 2008

En sólo un segundo


Por un segundo he dejado la soledad abrumadora de la que he sido víctima todos estos años. He sido liberada de la esclavitud del tiempo que pasa lento y vacio. Las ventanas se han abierto para recibir al sol y nuevas luces, mientras mi alma se contenta con sus ojos ciegos al ver que no todo está perdido. Luego de infinidad de segundos de vagar en oscuridades, de ver frías estrellas y arrogantes lunas todo cambia rápidamente en movimientos lentos. Todo cambia, pues se revelan nuevas verdades. A la luz de un nuevo sol que es rojo y de todos colores, al compás de una música estruendosa y muda, rodeada de flores fragantes, dulces, ácidas y sin aroma, al toque de un mundo intangible que se desploma, mi destino se revela bajo mis ojos cerrados. En aquel segundo que duró eternidades pude ver dioses, ángeles y también demonios, observé amaneceres al tiempo de los ocasos y al mismo tiempo un nacimiento y una muerte. Sentí la felicidad y la desoladora tristeza, la dicha y la desdicha, corazones abiertos, almas vagando y reconocí la mía transparente, invisible, frágil y débil, desquiciada llorando. Oscuros laberintos atravesó mi alma bajo noches eternas estrelladas sin dulce luna y todo ese llanto que ha sido derramado fue evaporado por un sólo segundo. Ese segundo más largo que la eternidad de la vida.

martes, 4 de marzo de 2008

Este Amor...

Este amor
tan violento
tan frágil
tan tierno
tan desesperado
este amor
hermoso como el día
y malvado como el tiempo
cuando el tiempo es malvado
este amor tan verdadero
este amor tan hermoso
tan feliz tan jovial
y tan absurdo
tembloroso de miedo como un niño en lo oscuro
y tan seguro de sí mismo
como un hombre tranquilo entre la noche
este amor que atemorizaba a los otros
excitaba su lengua
y los hacía palidecer
este amor acechado
porque nosotros lo acechábamos
cercado herido pisoteado aniquilado negado olvidado
porque nosotros lo hemos cercado herido
pisoteado aniquilado negado olvidado
este total amor
aún viviente
y pleno de sol
es el tuyo
es el mío
es el que siempre ha sido
esta cosa a cada instante nueva
pero la misma siempre
tan real como una planta
tan tembloroso como un pájaro
tan cálido tan viviente como el verano
nosotros
los dos
podemos ir y retornar
podemos olvidar
y volvernos a dormir después
podemos despertar sufrir envejecer
y dormirnos otra vez todavía
soñar con la muerte
desvelarnos sonreír y reír
y rejuvenecer
nuestro amor es el mismo
obstinado como un asno
vivo como el deseo
cruel como la memoria
necio como los pesares
tierno como el recuerdo
frío como el mármol
hermoso como el día
frágil como un niño
nos contempla sonriendo
y nos habla sin decirnos nada
y yo lo escucho tembloroso
y grito
grito por ti
grito por mí
yo te suplico
por ti y por mi y por todos aquellos que se aman
y se han amado
por ti y por mi y por todos aquellos a quienes no conozco
quédate allí,
allí donde tú estás
donde tú estabas
quédate
no te muevas
no te vayas
nosotros que somos amados
te hemos olvidado
no nos olvides tú
nosotros no teníamos sino a ti sobre el mundo
no nos dejes helarnos
desde más lejos cada día
desde no importa dónde
dirígenos señales de tu vida
más tarde aún desde el rincón de un bosque
en el fondo de la selva de la memoria
levántate súbitamente
tiende la mano hacia nosotros
y sálvanos.


JACQUES PREVERT