Lectura

Es que todo se ha dado de manera excepcional y las cosas no salen del modo lógico en que debiera ser.
El estrés ya casi no me deja pensar, y eso me estresa más aún. Lo único que hago en la vida es pensar y estoy dejando de hacerlo. Y es que para lo único que quedo apta después de cumplir con mi maldita rutina diaria, es descansar. Ese descanso insoportable que me límita tanto los reflejos físicos como los psicológicos. Limita mis ganas y mi ánimo y me hace ver más insoportable y odiosa que de costumbre.Si ya no tengo tiempo siquiera para la lectura. Hace unos pocos años me convencí de que los libros del colegio son los que te hacen odiar la lectura, y que existe literatura magnífica aparte de ese incentivo al aburrimiento y a la ignorancia. Y ¿qué sucede? ya no tengo tiempo para leer... Lo único que estoy leyendo ahora es mi correo electrónico todos los días, a Don Soulrick con sus cuentos e historias incomprensibles (en un sentido general, no se entiende a lo que voy, pero en fin...) y el blog de Juan David, que me hace recordar que tengo que activar las neuronas nuevamente.
"La anarquía está suelta por el mundo...
Los mejores de convicción carecen, mientras los peores
llenos están de intensidad apasionada">>The Second Coming, W. B. Yeats, 1921
Hoy, me armé de valentía, y saqué un libro para pasar la media hora (gracias a ese ser superior que no son más) de locomoción colectiva leyendo "La Mano Del Diablo" de Douglas Preston y Lincoln Child. Una novela que trata de un agente del FBI que debe resolver una serie de asesinatos extraños en los cuales parece involucrarse algo más que la mano humana... En fin, sólo quería citar un párrafo del libro que me gustó mucho, que involucra una visión actual del mundo contemporáneo, o al menos esa fue mi interpretación e identificación.
"(...)Vivimos en una época de nihilismo moral y culto ciego a la tecnología, mezclados con el rechazo de la dimensión espiritual de la vida. Televisión, películas, informática, juegos de ordenador, internet, inteligencia artificial... He aquí los dioses de nuestro tiempo. Nuestros líderes están en bancarrota moral; son unos hipócritas desvergonzados que simulan piedad, pero que carecen de auténtica espiritualidad. Vivimos en una época en que los profesores universitarios y los premios Nobel denigran la espiritualidad, se mofan de la religión y se arrodillan ante el altar de la ciencia. Vivimos en tiempos de abandodno de la iglesia y de la sinagoga, de locutores de radio que propagan odio y la vulgaridad, y de los reality shows como paradigmas del entretenimiento televisivo. Vivimos en una época de terroristas suicidas y chantaje nuclear(...)"
Se explica a sí mismo.
Ahora sólo quiero ir a terminar mi lectura, ya que me quedan tan sólo 400 páginas más, ¿lo lograré en el metro repleto de gente por las mañanas? Lo dudo, pero si de algo me alegro (a veces) del ser humano, es ese accidente llamado esperanza.
Hasta Pronto...